miércoles, 17 de febrero de 2010

Los ojos del hermano eterno. Stefan Zweig


Los ojos del hermano eterno.
En este cuento del notabilísimo escritor Stefan Zweig, el cual dedicó a su amigo Guillermo Schmidtbonn, encontramos la frescura que siempre mostró en la gran mayoría de sus cuentos y novelas.
Sin duda este relato es recomendable a todo aquel estudioso del derecho y de la filosofía, incluso, nos atrevemos a señalar, que proporcionará al lector, además del evidente placer que toda buena lectura brinda, un caudal de conocimientos y, sobre todo, un notable desarrollo del sentido común.
La evolución del personaje central de la narración, Virata, en su largo peregrinar para adquirir el estado de tranquilidad y de quietud espiritual, es expuesta con todo detalle por Zweig, y así, de temible guerrero devendrá en sapientísimo juez para, posteriormente, convertirse en justo cenobita y, finalmente, terminar como el encargado de la vigilancia y cuidado de los perros de palacio.
En cada etapa de ese lento proceso, Virata irá transformándose, a la vez que adquiriendo y transmitiendo un cúmulo de experiencias espirituales.
Espero que todo aquel que, por una u otra razón, lea este cuento, lo paladeé prácticamente letra por letra, gozándolo de manera intensa y aprendiendo ... lo que haya que aprenderse.
“Mi único saber es que me he olvidado de vivir entre los hombres para estar libre de toda culpa. El solitario solo se puede instruir a sí mismo. No sé si es sabiduría lo que hago, no sé si es felicidad lo que siento, no sé si puedo enseñar nada o dar consejo alguno. La sabiduría del solitario es diferente a la del mundo, la ley de la contemplación es diferente a la de la acción.”

jueves, 11 de febrero de 2010

Seguimos con Las Bibliotecas de Dédalo.




Esta semana seguimos presentando este corto, pero profundo ensayo, sobre las bibliotecas, la biblioteca, la vida misma. Te propongo unas frases para que las leas y las medites un rato. Tu vida y mi vida no dejan de ser unas bibliotecas que tienden a entenderse. Que disfrutes con Enis Batur y sus Bibliotecas.
Kavafis: “No tengo otro sitio adonde ir, y si lo tuviera me seguiría el laberinto formado por las calles de mi biblioteca”

"Para calmarme me basta con que nazca de mi mente la imagen del tacto de un libro: incluso aunque no lo tenga en mis manos ni hurgue en sus páginas".

"Podría decir que el laberinto de mi biblioteca comienza en las paredes de mi casa y desde allí se extiende por toda la corteza terrestre. Puede que sea discutible la objetividad de esta afirmación, pero todos aquellos que comprendan lo aceptado de su subjetividad en lo que vale la suscribirán de inmediato".

"La Biblioteca es la “no man´s land” de todo aficionado a los libros, de todo encadenado, sean los grilletes de locura, de amor o presidio: es la topografía alternativa que asegura que nos hablamos de nuevo al infinito desde el universo personal (nuestra casa, nuestra ciudad, nuestro país, nuestra geografía) generado en la inmensidad del Universo que nos rodea. Allí, nuestra Imaginación crea un mapa completamente distinto".

"Lo que he leído, lo que he escrito. Los libros que he visto, conocidos, los que me han sido prestados, los que he poseído y los que he hecho míos. La Biblioteca que me he creado en el interior del cráneo, más allá de los volúmenes que cubren mis paredes, reúnen la energía potencial de la Biblioteca infinita".

"La mayoría de los lectores se limita a distinguir a los que se parecen a ellos de los que no, y es natural: al fin al cabo, su única preocupación tiene que ver con el libro, con los libros, y no con los demás lectores: si no tienen un ansia excesiva por preguntar el camino, quién sabe, puede que no traten de relacionarse con sus pares, y quizás no deberían hacerlo".

"Los libros son uno de los puentes que alumbran, conducen y consolidan la amistad (y la enemistad) entre los seres humanos".

"Uno sólo se separa de la Biblioteca de la que es lector cuando muere".

"Soy lector, por tanto soy mortal ".


miércoles, 3 de febrero de 2010

LAS BIBLIOTECAS DE DÉDALO. Enis Batur.

Enis Batur es una de las figuras más destacadas de la literatura y la vida cultural turca desde los años ochenta: escritor, poeta, ensayista y autor de más de cien libros traducidos a numerosas lenguas extranjeras. Inédito hasta la fecha en España, Batur es, sin embargo, un espejo para muchos y destacados autores de nuestro tiempo: para Alberto Manguel, por ejemplo, que considera a Batur «mi gemelo y mi doble, pues todo lo percibe, ve y evoca como yo. Sé de antemano lo que pensara y dirá. Extraño, ¿no?».
Las Bibliotecas de Dédalo.

En el prólogo a este libro, Manguel sueña la posibilidad de haber sido otro, su doble: tal vez un escritor turco, autor de Las bibliotecas de Dédalo,la autobiografía posible de Enis Batur, novelista y bibliófilo, a través de un recorrido laberíntico por las bibliotecas que han marcado su propia vida. De la biblioteca de Alejandría a la de Sarajevo; de la biblioteca personal del propio Batur, perdida en un incendio, a la que fue recreando desde entonces en una labor taxonómica cada vez más compleja y maníaca; de la inmensa y desconcertante biblioteca Warburg a la pequeña e incomprensible biblioteca de un hotel de la áspera costa norte de Turquía; de la especular biblioteca borgiana a la biblioteca de un desconocido en un piso alquilado…