Todos conocemos la frase, oración, canto de Santa Teresa, Nada te turbe. Pues bien, el franciscano Pedro Romero ha tratado de profundizar en el interior, en el misterio, de la persona que busca felicidad, que busca la tan deseada felicidad, y, dándose cuenta de los obstáculos que se encuentra se turba. Tomando de la mano la coplilla teresiana intenta animar al lector para afrontar los problemas que encuentra de una forma sencilla, interior y profunda, dándole la posibilidad de encontrar luz y alguna salida coherente a sus turbaciones.
jueves, 8 de abril de 2010
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