de este hermoso río; tú, Amiga mía,
mi más querida amiga; y de tu voz tomo
el lenguaje de mi antiguo corazón y leo
en la irradiante luz de tus salvajes ojos
mis antiguos placeres. ¡Que pueda contemplar
siquiera un solo instante en ti lo que yo fui,
mi muy querida Hermana!
William Wordswth
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